Ángeles Santamaría, Consejera Delegada de Iberdrola España, fue nuestra ponente inaugural del Curso 2019-2020. Con una larga trayectoria profesional en la compañía, a la que pertenece desde 2001, esta experta en energía nos habló de temas de máxima actualidad.

Nuestra ponente empezó contándonos su trayectoria, marcada por sus estudios de ingeniería en ICAI, una carrera bastante habitual en el sector de la energía, y continuó por agradecer al Foro la ocasión de debatir sobre la transición energética.

Y, ¿qué es la transición energética? Es un cambio de modelo energético, que supone pasar del modelo actual, profundamente emisor en CO2, a un modelo medio ambientalmente sostenible que minimice el impacto del calentamiento global.

Para comenzar a hablar sobre ello, quiso compartir con nosotros una reflexión sobre la responsabilidad de las empresas que reflejaba hace poco The Economist en un artículo en el que se preguntaba: ¿Para qué son las empresas? Este artículo partía de la realidad de que el capitalismo ha fallado y que la crisis del año 2008 ha dejado profundas cicatrices en la sociedad occidental, en la que muchos ciudadanos se vieron decepcionados con la actitud de las empresas y el Estado ante situaciones complicadas. Como consecuencia, los ciudadanos exigen ahora más, tanto al ámbito público (el Estado y resto de administraciones) como al privado (las empresas) y reclaman que entre sus prioridades destaquen la lucha contra la igualdad, la diversidad y la responsabilidad medioambiental. La respuesta desde el sector privado a estas demandas está en la génesis de la reciente definición del propósito de las mismas, entendido como la razón de ser de las empresas y los valores en que basan su actividad. Esta idea contrasta con la visión meramente economicista de la empresa en los años 60, superada en los 80 con el concepto de misión.En coherencia con lo anterior, el propósito de Iberdrola se define como la búsqueda de un modelo energético más eléctrico, saludable y accesible, ideas que responden a las demandas sociales y que están absolutamente alineadas con la transición energética hacia una economía descarbonizada.

Centrándose ya en el sector energético, Santamaría quiso dejar claras las bases de la realidad presente y futura que llevan esta área hacia un solo camino: la necesidad de evolución. Evolución que se basa en dos pilares:

  • El aspecto medio ambiental: no sólo de sostenibilidad, sino de suma de fuerzas en la lucha contra el cambio climático desde el sector energético.
  • El nuevo consumidor: un tipo de consumidor mucho más informado y consciente del impacto de sus decisiones que quiere un servicio a medida de sus necesidades.

Adelantándose a los acontecimientos, Iberdrola puso en el centro de su estrategia el desarrollo de energías renovables en el año 2001, lo que provocó bastante sorpresa inicial entre sus competidores. Sin embargo, con el paso de los años han podido ver el acierto que supuso, ya que les ha colocado como líderes en este tipo de energías. Aun así, nuestra ponente nos confesó que es sólo un pequeño comienzo en el largo camino que queda por recorrer.

Respecto al reto de la lucha contra el cambio climático, quiso mostrarnos algunas cifras concretas:
– Según la Agencia Internacional de la Energía, el único modelo que podría funcionar es aquel en el que las emisiones retrocedan a los niveles que había en 1990, aunque el consumo energético se mantenga igual que en el año 2017.  Para alcanzar esto, habría que cambiar nuestra forma de vida y de consumo de energía, lo que no sólo afecta a los usos de la electricidad, sino también a sectores como el transporte, la industria química o al mix de fuentes primarias de energía, por lo que sería necesaria la implementación de políticas totalmente rupturistas.
– Centrándonos en Europa, continente que lidera la lucha contra el cambio climático, podemos decir que en la actualidad las mayores emisiones se producen en los transportes, la generación eléctrica y los procesos industriales de calor y frío.

La realidad es que ahora mismo con las tecnologías disponibles, las tecnologías de generación eléctrica libres de emisiones más competitivas son la eólica y la fotovoltaica. Por ello, a día de hoy, la tendencia es tratar de electrificar todos los sectores posibles utilizando esas fuentes de generación renovables, dejando el uso de combustibles para los sectores en los que aún no existe una tecnología de energía limpia viable.

Por último, destacó que España, como estado miembro de la Unión Europea, ha asumido sus compromisos entregando el “Plan Nacional de Energía y Clima”, en el que se detallan las medidas que va a tomar el país de cara al 2030 para cumplir con los objetivos europeos de reducción de emisiones y eficiencia energética. De este Plan debería derivar en un futuro cercano una serie de leyes y normativas que ayudaran a la regulación y el cumplimiento de esos objetivos. Además, la aplicación de la estrategia del Plan Nacional de Energía y Clima será muy positiva para nuestro país, tanto porque ayudará a reducir la gran dependencia energética de combustibles fósiles que hoy sufrimos, como porque generará una industria y empleo, aprovechando las inversiones en energías renovables, favorecidas por las buenas condiciones naturales con las que contamos.